TRIBUNAL DE CUENTAS

 

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080320081354Son éstas, y no otras, las noticias que acaban por indignarnos. Desde la hacienda pública se investiga cada euro cotizado, cobrado y facturado hasta la saciedad. Tanto es así, que han aparecido errores de gestión de asesorías o notarías que intervinieron en la compra venta de inmuebles allá por el 1990, reclamadas a sus sorprendidos e incautos propietarios que, confiados, pagaron religiosamente a sus respectivos abogados o gestores todo lo exigido veintidós años atrás.

Pues bien, de acuerdo, si en su momento no se abonaron los impuestos oportunos, justo es que ante la situación económica actual se revisen todas y cada una de las actuaciones sospechosas de fraude fiscal. ¡Pero todas!

Resulta que: un buen programa de televisión  evidenció el obsoleto, ruinoso y descabellado funcionamiento del Tribunal de Cuentas  del Estado. Nada más y nada menos que el máximo responsable del Estado sobre las cuentas “públicas “de los partidos políticos. Con capacidad para sancionar a los mismos en función de sus irregularidades o ilegales financiaciones de sus partidos. Y digo bien, de sus partidos. Ya que los consejeros de tan prestigiosa entidad, fueron elegidos por los dos grandes partidos políticos del momento, en algunos casos hace más de veinticinco años.

Por tanto: de los once miembros “independientes” del Consejo del Tribunal del Cuentas del Estado; seis son elegidos por el partido popular y cinco por el partido socialista, con vinculación directa a estos partidos desde tiempos inmemoriales ( sus edades están comprendidas entre los 60 y 90 años).

Antiguos cargos políticos, diputados, senadores etc. Estos individuos son los encargados de baremar y juzgar las cuentas de los partidos políticos de los que han vivido, y actuar en contra cuando proceda. Curiosamente todo suele quedar en pequeños tirones de oreja y avisos cuando la cosa se desmadra. Sálvese caso FILESA y GüRTEL, sólo faltaría.

Sin menospreciar el arduo trabajo de los funcionarios que día a día han de investigar y revisar las cuentas; ¿cómo es posible que en el año 2012 salga el informe de lo acaecido en 2007? Si cualquier administrativo, contable  o gestor, llevase semejante retraso en las cuentas de cualquier empresa o entidad privada, habría sido despedido de manera inmediata.

¿Con qué criterio hemos de juzgar el trabajo que en el tribunal de cuentas se realiza? Vinculaciones políticas, consejeros con sueldos de escándalo que miran hacia otro lado mientras los partidos políticos crean fundaciones para que los siempre altruistas adinerados puedan “donar” grandes sumas de dinero sin saltarse las leyes, por “simple simpatía y afinidad  política”

Termino con una de las preguntas del protagonista del reportaje en cuestión.

¿Ha crecido demasiado el poder, inmunidad y ocultismo de los dos máximos partidos políticos desde la democracia?

MADRID ARENA

080320081354Ahora, las lamentaciones. Una vez más en nuestro país de pandereta, intentamos poner remedio cuando los acontecimientos, la presión de los medios de comunicación, o la indignación de  los ciudadanos obligan a las autoridades a dar respuesta ante una tragedia como la ocurrida en el pabellón “Madrid Arena.”

De nuevo a destiempo y, por supuesto, desentendiéndose de responsabilidad alguna, la Alcaldesa Ana Botella nos regalaba los oídos con su particular mitin: “Mientras yo sea alcaldesa de Madrid, ni cederemos, ni alquilaremos, ningún recinto municipal para este tipo de eventos”. Me hizo gracia semejante afirmación, más propia de cualquier candidato a la presidencia en campaña electoral, (tan de moda últimamente), que de una alcaldesa de la capital de España en pleno proceso de justificación de lo ocurrido. Eso sí, ante todo declinar la balanza de la culpa hacía  la empresa adjudicataria del contrato de alquiler. Por si las moscas…

Oiremos hasta la saciedad diferentes datos sobre la falta de profesionalidad del personal de seguridad, el exceso de aforo incontrolado, o lo inoportuno de los petardos o bengalas lanzadas en el fatídico pasillo de acceso a la sala principal del pabellón Madrid Arena. ¿Qué hubiera ocurrido en caso de incendio?

De lo que no hay duda  es de que alguien desde el Ayuntamiento de Madrid tuvo que dar de paso y autorizar la fiesta de Halloween en el recinto, constatando las medidas de seguridad, permisos necesarios, servicios sanitarios de retén, personal de control de entrada contratado; todo dentro de un plan de emergencias preestablecido ante un evento de éstas características.

Si la empresa  adjudicataria no cumplió con los protocolos de seguridad, pronto lo sabremos. Lamentablemente, quién tuvo la culpa no devolverá la vida a las cuatro jóvenes fallecidas.

Las familias de las cuatro chicas no recibirán consuelo al saber quién fue el responsable, ni por qué sucedió. Tan sólo la pena acompañará a sus familias el resto de sus vidas, porque como siempre en nuestro peculiar país, las decisiones relativas a la prevención se toman a toro pasado.

SE RESPIRA EN EL AMBIENTE

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Sopla fuerte el viento de la tarde.Dueño del aire que respiro, aturde mis sentidos insistentemente. Silva hasta chillar. Un quejido en el ambiente, solidario con un país que se desmorona. Caras raras, mentes idas en buscar y no encontrar. Palabras que se graban en nuestra memoria, palabras nunca oídas o ignoradas. Recesión, recorte, subsidio…

Veo un mundo mejor lejos, no en la distancia, sino en el tiempo. Ratas trajeadas que se esconden y barajan con nuestro futuro. Su nombre:» los mercados». Su moral inexistente. La humanidad, ovejas descarriadas delante de espejos trucados. Vemos lo que quieren que veamos. Sabemos lo que manipulado nos quieren contar. Nos creemos libres, sal de la senda y cuéntame como te va.

Es necesario un cambio de actitud, de mentalidad, de prioridades. Demasiados humanos para sobrevivir a nosotros mismos. Tendremos lo que nos merecemos.

TESTAMENTO DE VIDA

No es de extrañar que aumente considerablemente la necesidad de redactar bajo notario o, testigos en su caso, un documento de instrucciones previas para garantizarnos, cuerdos y libres,  la consecución de nuestros deseos cuando nuestra salud mental o física, una vez mermada, nos impida decidir por nosotros mismos.

Aparcando la religión, ética o moral, en el arcén de las disputas sin solución, apelo al sentido común y la justicia.

Bien es sabido que quitarse la vida no se corresponde con la lógica y el propio instinto de supervivencia, pero legal o ilegal, depende única y exclusivamente de nuestro deseo y, en consecuencia, de un final definitivo si ponemos los medios oportunos.

Si inmovilizados físicamente por una enfermedad,  deseáramos la muerte, dependeríamos inevitablemente de la ayuda externa de un familiar o amigo. Años de disputas en los tribunales de medio mundo no abren caminos de esperanza ante una muerte digna. Si no somos dueños de nuestra propia vida… ¿De qué somos dueños?

Al menos la posibilidad del testamento de vida, o vital, palia el sufrimiento; pudiéndote agarrar al clavo ardiendo de una ley que de puntillas ataja el camino de la mejor vida en la interminable fase terminal.

NADIE HABLA DE ISLANDIA

 

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Sumergidos por completo en la mayor crisis económica del país, vivimos confiando en que políticos a las órdenes de presidentes que, de miedo, congelan cualquier idea de cambio en  gestión económica, solucionen, sin atacar el problema de raíz, nuestra paupérrima cartera.

Cuando los bancos quiebran tras correr grandes riesgos de millones de euros invirtiendo con nuestros ahorros, planes de pensiones, cuentas corrientes, etc. y, tras haberse enriquecido notablemente a cambio de intereses vergonzosos, nadie habla de Islandia.

El único país que ha juzgado a su primer ministro por grave traición, tras firmar el compromiso de devolver con patrimonio y dinero público el adelanto de países como Gran Bretaña, evitando así el pánico general, en la devolución de lo que era suyo a los ahorradores, trabajadores y pensionistas que de la mañana a la noche no tenían garantizados sus ingresos de muchos años atrás por la irresponsabilidad de los bancos, ha sido Islandia.

Las grandes crisis económicas de la historia se han resuelto con terribles guerras donde millones de ciudadanos dieron su vida por salvar a sus respectivas patrias de la decadencia de la que no eran responsables. En el siglo XXI la guerra es económica. Con la prima de riesgo y la compra de deuda de los menos ricos, dependeremos durante generaciones de países como Alemania, a los que rendiremos pleitesía generación tras generación.

Es posible cambiar las leyes cuando se trata de una situación de emergencia. Tenemos derecho a un referéndum sobre el pago de una deuda con dinero público, es decir, de nuestro bolsillo, ya sea a través de más impuestos, reducción de salarios, subida de IVA y, la peor de todas vendiendo nuestro patrimonio, el de todos, a empresas privadas carentes de escrúpulos, cuya única intención es seguir enriqueciéndose a costa de los derechos de los trabajadores. Pura mano de obra. Pobre de los que creímos en un futuro diferente, evolucionado, justo y equitativo. Vamos de mal a peor.

 

INDAGANDO POR LA WEB

Indagando por la web, mis dedos me sumergieron en decenas de páginas promovidas y encaminadas a la ayuda de familias, especialmente con hijos a su cargo; con información sobre opciones de conseguir vivienda, y, quizás también, trabajo en poblaciones abandonadas o cerca de desaparecer por falta de población. Sus ayuntamientos ofrecían alquileres muy baratos, ayudas para la alimentación y escolarización de sus hijos, a cambio de que se empadronen y comiencen una nueva vida en aldeas perdidas de diferentes comunidades de España.

Inmediatamente después se abría un foro de solicitudes y peticiones. Daban ganas de llorar. Por cada oferta, centenares de parejas, familias, inmigrantes e incluso jubilados en condiciones de pobreza absoluta, más allá de la desesperación, rogaban por ser los elegidos. Tan sólo deseaban un techo para sus hijos. Dispuestos a trabajar en el campo o cualquier otra ocupación a cambio de las ayudas prometidas y un hogar donde criar a su prole.

Podemos seguir mirando hacia otro lado; tarde o temprano será un primo, un hermano o tú mismo al que le llegue una situación parecida. No todos disfrutamos de la suerte del respaldo de una familia que mejor o peor nos ayuden a superar esta crisis inmerecida e injusta.

No quiero pecar de demagogia, desde luego no es mi intención. Harto estoy de conocer amigos que abandonan sus vidas, sus familias, sus estilos de vida, ávidos de respuestas y una vida mejor que justifique al menos los años dedicados a formarse y especializarse. No se puede ofrecer un puesto de comercial por 500 euros más comisiones, coche por tu cuenta y dietas a discutir.

Deseo que el tiempo ponga en su sitio a los empresarios oportunistas que abalados por la situación, ofrecen sueldos indignantes, conscientes de que te guste o no, no existe otra opción. Jóvenes sobradamente preparados, ejerciendo de vendedores de pizzas o recogiendo mesas en cualquier establecimiento de comida rápida. ¿Es o no exasperante?

Corrupción, prevaricación, tráfico de influencias, sobornos.. Nuestros impuestos son ninguneados al libre albedrío de los poderosos, los que nosotros hemos aupado en sus tronos. Un país gobernado por grandes empresarios que obligan a sucumbir a políticos, pues ellos pagan sus campañas electorales, aseguran su futuro con puestos elevados en cualquiera de sus empresas al terminar su legislatura. A cambio…la traición del pueblo.

 

HACIA DONDE VAMOS

Miradas oscuras. Sandalias de oro con miradas que observan de soslayo. Arrogantes, gallardos, desafiantes. Humanidad que se consume podrida de rencores, envidias y temores. Soberbia. Ser más, tener más, desear lo de los demás. Identidad del hombre. Salir primero en un semáforo, no dejarte adelantar, ser más listo, importante o espabilado que tu prójimo. Ganar más, presumir, admirar. Sensación de superioridad que engorda mofletes de poder sin límites. Tremendas carencias, fosas sépticas de heridas y traumas nunca olvidados. Dolor soportable si es mayor el de al lado. En ocasiones me avergüenzo de ser humano. Odio como buen humano que soy nuestros defectos inherentes, arraigados en lo más hondo de mi ser y de el de cada uno de vosotros. No seamos cretinos, tan pobres de espíritu, al menos la mayoría. Nos cuesta amar sin peros, querer sin confiar, creer sin ver, a donde vamos…

No es melancolía, es que miro y no me gusta lo que veo. Faltan sonrisas, sobran caretos de “tú que miras”, “a mi lado no”, “soy más fuerte que tú”. Prefiero “hola soy…”, “aquí hay sitio”, o “juntos podemos”. ¿Lograremos ver detrás de nuestros viciados ojos? La satisfacción personal no es gratificante si has pisado, trepado y manipulado. Tendrás tu merecido cuando duermas en tus pesadillas, cuando sufras dolor sin entender de donde viene, cuando nunca recibas un “Te quiero” desinteresado. ¿Por qué es tan importante ser alabado, admirado o deseado? Prejuicios socializados que permanecen fuertes en nuestras cortas y precarias vidas. ¿Cuál es la meta? No lo entiendo.

CIUDADANOS EUROPEOS

En los últimos tres años, nuestro vocabulario a sumado frases repetidas y nunca oídas por la mayoría de nosotros, los “españolitos de a pie”: burbuja inmobiliaria, agencias financieras de deuda, déficit público, reserva federal estadounidense, banco central europeo, prima de riesgo y, la que se lleva la palma: ¡DESAHUCIO!

Resulta que: acostumbrados a nuestra calidad de vida, no nos resignamos a perder nuestros privilegios como europeos aunque no lleguemos ni a pedo. Si amigos, bajemos de nuestro pedestal. Todos nos creímos nuevos ricos por la posibilidad de endeudarnos sin límite por una vivienda, y aún sobraba para flipar con tu coche nuevo, un plasma y un viajecito a Egipto. Los bancos y Cajas se frotaban las manos, tenían vía libre para conceder a diestro y siniestro préstamos a cualquiera que presentase una nómina decente o un aval merecedor de mirar para otro lado y suspirar después.

Pensemos, (como decía mi profesor de matemáticas en la universidad). Si yo tengo veinte euros, y pido a mi amigo Luis cuarenta, a cambio de devolverle en décadas sesenta. Mi amigo Luis ha realizado el mejor negocio ya conocido desde que el dinero es dinero, el prestamismo. Pero amigos, si resulta que Luis no tiene los cuarenta y se los pide a Juan a cambio de devolverle cincuenta, y como aval, el valor irreal de la vivienda, engordado por especuladores y permitido por los dos gobiernos presentes durante el crecimiento de la construcción… ¡Ta-ta-tachán! Una auténtica cagada.

No era necesario ser contable, ni experto en economía, todos en la medida de nuestros conocimientos éramos conscientes de que tarde, o más bien temprano, el ritmo delictivo del precio del ladrillo, sumado a una cantidad indecente de dinero irreal, como el precio de la propia vivienda, daría como resultado el caos. Pero ¿quién le quita el cascabel al gato?

Todos endeudados hasta las “orejas” vivíamos felices en la utopía de creer que existiendo bancos que nos dejasen su no dinero a cambio de invertir con el nuestro, por un interés ridículo y muy por debajo de sus ganancias, disfrutaríamos ilusos de un plan de vida deseado por nuestro ajado y  viejo trauma dictatorial que parecía esfumarse convencidos de llevar el nivel de vida europeo deseado.

De verás creen que Noruega, Austria, Bélgica u Holanda han alcanzado tal nivel de vida engañándose a sí mismos. Mientras la economía crecía en una dimensión desconocida, los gobiernos se colocaban sus medallas y se auto-proclamaban hacedores del levantamiento de la economía española. La corrupción, la prevaricación, la especulación, así como el mamoneo tan español como los toros o el flamenco, son de cosecha propia. Es cultural y educacional. Nos encontramos a años luz de nuestros deseos europeos. Seamos honestos, es así.

REALIDAD

Cada uno de nosotros vive su realidad, creamos nuestra propia historia, y lo más importante, la contamos según nos va. Viejos manuscritos, pergaminos, jeroglíficos, son descifrados y traducidos por expertos que, al igual que nosotros, simples mortales, piensan, ven y sienten de manera particular, exponiendo su verdad al resto del mundo. Esos escritos, a su vez, han sido realizados por personas que también los han contado según su criterio, sus observancias y conclusiones. Posiblemente datos que de boca en boca han sobrevivido al tiempo y a diferentes culturas. Quizá tan sólo son fábulas, cuentos, invenciones…

Por tanto, ¿cuán creíble es la historia que nos han enseñado?, ¿por qué fiarnos de otros hombres, cuando por naturaleza erramos, somos falibles e imperfectos.

En la actualidad, basta con leer tres periódicos con diferentes inclinaciones políticas para no encontrar una noticia objetiva ni veraz en su totalidad. Si fuesen descubiertos dentro de dos mil años, ¿se darían por verídicos?

Grandes obras religiosas, compendios de intenciones al antojo de difusas y dispares interpretaciones, como la Santa Biblia o El Corán, llevan mil quinientos y dos mil años respectivamente como guías espirituales de millones de personas. Reescritos en concilios con total impunidad, con un sólo propósito y un fin de sobra conocido. Manipulados con, o sin intención, por hombres, sólo hombres, seamos claros. la Fe ciega pone a su merced el alma, que mece confiada en la cuna de renglones caducados, machistas e intolerantes.

Algún día, cuando ya viejos paseemos por un parque tranquilo, solitario, a punto de anochecer, descansaremos por última vez. Sólo nos quedará en el suspiro final de nuestras vidas, los recuerdos, nuestros recuerdos, una historia que contar, tan real como tú quieras y tan falsa como todas las demás.

 

NI CALIENTE, NI TEMPLADA, NI FRÍA: NORMAL

…Y lo dijo con total naturalidad. Esta fue la «peculiar» respuesta de un cliente que, a mi vera, pidió un café con leche en una apacible cafetería de un pueblo medieval al norte de Madrid. La camarera educada y amable, osó preguntar por la temperatura de tan rico elemento que la buena vaca nos proporciona. Claro, su cara un poema. Yo dediqué dos años de mi vida a servir detrás de una barra; puedo prometer que nunca tuve contestación parecida. No será que desde el otro lado, el ego crece, creyéndonos que por pagar tenemos derecho a decir y pedir lo que nos plazca. Yo no pude por más que echarme a reír. La camarera apuesto que también lo hizo, aunque escondiera su cara contra la cafetera calentando la leche a su libre albedrío.

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