TESTAMENTO DE VIDA

No es de extrañar que aumente considerablemente la necesidad de redactar bajo notario o, testigos en su caso, un documento de instrucciones previas para garantizarnos, cuerdos y libres,  la consecución de nuestros deseos cuando nuestra salud mental o física, una vez mermada, nos impida decidir por nosotros mismos.

Aparcando la religión, ética o moral, en el arcén de las disputas sin solución, apelo al sentido común y la justicia.

Bien es sabido que quitarse la vida no se corresponde con la lógica y el propio instinto de supervivencia, pero legal o ilegal, depende única y exclusivamente de nuestro deseo y, en consecuencia, de un final definitivo si ponemos los medios oportunos.

Si inmovilizados físicamente por una enfermedad,  deseáramos la muerte, dependeríamos inevitablemente de la ayuda externa de un familiar o amigo. Años de disputas en los tribunales de medio mundo no abren caminos de esperanza ante una muerte digna. Si no somos dueños de nuestra propia vida… ¿De qué somos dueños?

Al menos la posibilidad del testamento de vida, o vital, palia el sufrimiento; pudiéndote agarrar al clavo ardiendo de una ley que de puntillas ataja el camino de la mejor vida en la interminable fase terminal.

2 comentarios sobre “TESTAMENTO DE VIDA”

  1. Con respecto al comentario del testamento vital, tengo que aclarar algunos conceptos que en mi opinión son erróneos y por otro lado, dice grandes verdades.
    Quiero señalar que una cosa es desear quitarse la vida (suicidio) otro seria de forma legal llamado “Eutanasia” con la diferencia que el suicidio es una decisión precipitada a causa de una desesperación emocional que el ser humano no se ve capaz de superar.
    La Eutanasia en cambio, es una decisión consciente y posiblemente pensada durante un tiempo dependiendo de la creencias religiosas, su estado físico-orgánico y su estado emocional para llegar a tomar esa decisión; a parte de otros factores que serian ,su entorno familiar, laboral y social.
    Y por ultimo, está el convencimiento y ausencia de temor ante la muerte que facilita un estado de animo adecuado para decidir con antelación y decisión propia en un estado físico y síquico-mental, no prolongar la vida artificialmente, bajo ningún concepto, llegado el estado de enfermedad irreversible (muerte eminente),muerte cerebral, parálisis total o parcial y o la amputación de miembros de extremidades o cualquier otro órgano vital u otro caso que le impida al ser humano tener una existencia “libre” y digna de ser vivida.
    La diferencia esta en que, la Eutanasia lo decides en pleno estado emocional y enfermizo. Sin embargo en el caso de “Testamento Vital, lo decides fríamente y con tiempo de antelación.
    Dejemos que el ser humano decida por si mismo que hacer con su propia vida, al menos que tengamos ese derecho y libertad, como bien dice el articulo.

    J.J.

    1. Gracias por tu comentario. Ciertamente son temas diferentes. No quise profundizar en las diferencias emocionales o causales del deseo de la muerte. Intentaba únicamente hacer reflexionar sobre un tema aún tabú en nuestros tiempos. La capacidad de decisión y el reparto de responsabilidades sobre el decisivo final de todos y cada uno de nosotros. Te animo a seguir conmigo en la web. Siempre es beneficioso contrarrestar opiniones. Un fuerte abrazo.

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