UN MAL DÍA

Me sentí a salvo y me dije: _“por fin en casa”_

Pero…

Tropecé y me rompí tres dientes con el bordillo. Aquello, sumado al despido de primera hora, la petición de divorcio de mi mujer y la detención de mi hijo por tráfico de drogas, me llevó a perder el control.

Salí hacia el hospital, pero crucé sin mirar la calle y fui atropellado. Con un dolor intenso en la pierna derecha conseguí ponerme en pie. El conductor salió del vehículo muy preocupado. Yo me quedé paralizado. Era mi jefe; a su lado, mi mujer, que se tapaba la cara avergonzada.

Lloré.

4 comentarios sobre “UN MAL DÍA”

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