De veras que he intentado no sucumbir a la vorágine de noticias que nos abruman a diario. Corrupción a raudales, Arthur Mas y su agotadora “consulta”, la interminable condena de Isabel Pantoja…
Debemos ser el hazme reír del resto de los países europeos, incluidos Italia y Grecia, hasta ahora los más destacados en estas lides. A escándalo por semana han conseguido que ni nos inmutemos. Empezamos a socializar inconscientemente la corrupción como el resultado de lo que somos. No olvidemos que de una u otra manera esos individuos de unas y otras tendencias políticas nos representan.
Hartos de echarnos las manos a la cabeza, yo me pregunto: ¿Y si a cualquiera de nosotros nos hubiesen ofrecido una tarjeta para gastos con fondos a cargo de la empresa? ¿Y si por intervenir a favor de un amigo para conseguir un contrato de obras de la administración nos hubiesen ofrecido una cantidad ingente de dinero?
Claro, ahora todos somos muy honrados. ¿Nadie ha intentado que le quitasen el IVA en alguna factura pagándolo en”B”? ¿Nadie ha hecho una “chapuza” sin factura ni contrato? ¿Nadie ha trabajado como extra en fiestas, saraos o eventos de todo tipo sin cotizar?
El problema es educacional. Nos hemos criado en el escaqueo general. La desidia grupal por el bien común, (ande yo caliente…) Cada perro se lame su rabo y allá cada uno con sus miserias. Cambiar la mentalidad de cincuenta millones de personas no se logra con varias décadas de dudosa democracia. Deseamos encontrar un trabajo cómodo y bien remunerado en horarios compatibles con nuestra necesidad de ocio y descanso. Y si encima consigues evadirte o pasar desapercibido eludiendo responsabilidades, pues mejor. Y el que lo consigue es un “crack”, y el que se esfuerza por realizar bien su trabajo, cumple con sus responsabilidades, abona religiosamente sus impuestos y es honesto y honrado en su vida cotidiana, es un “pringao”
Sin ánimo de ofender a nadie, tenemos lo que de una u otra manera hemos votado. No doy crédito, ante las noticias que inundan nuestras pantallas, la revolución social habría de ser un hecho y no una utopía. Si de veras estuviésemos tan dolidos por los acontecimientos que nos avergüenzan ante el resto del mundo, ¿qué carajo hacemos en nuestras casas?
Mapa de la corrupción en España
Algunos se sorprenden por la revolucionaria alternativa en auge de “podemos”, y, aunque he visto entrevistas que ponen en evidencia su credibilidad, ciertas justificaciones de lo injustificable y comentarios fuera de tono, es lógico que los ciudadanos deseen un cambio con todas sus fuerzas. Nunca he sido partidario de los extremos y podemos pertenece a la extrema izquierda, pero lo que sí es seguro es que esta nueva tendencia política es un señor grano en el trasero del PSOE y el PP; quizá ante el acongojamiento que presenta la posibilidad de que les roben la cartera, de una vez por todas se apeen de su pedestal y se acerquen al pueblo soberano, tan subestimado, como ninguneado.
La reforma laboral ha mermado gravemente nuestros derechos laborales, con despidos en bandeja para empresarios sin escrúpulos, se congelan sueldos y suprimen pagas extras. Recortes en educación, sanidad, se nos priva de las ayudas sociales, ahora más necesarias qué nunca. Todo esto para rescatar económicamente a los únicos causantes de la crisis y, para colmo de la desfachatez, mientras todo esto ocurre, los directivos de las entidades más relevantes del país se «descojonan» blindando sus cuentas bancarias, sus desorbitados planes de pensiones y disfrutando de viajes, compras y visitas a clubes de alterne con nuestro dinero, el que nos han sisado.
España es una gran estafa y siento vergüenza ajena de lo que hemos permitido que pase dotando a políticos y sindicatos de un poder exacerbado y ahora grotesco. Una escandalosa cifra de políticos y sindicalistas se han forrado a nuestra costa. La corrupción es institucional.
Sumisos y cariacontecidos saldremos a la calle y terminaremos las conversaciones en los bares con la puñetera y “genuflexora” frase: ¡Es lo que hay!
Cristian estoy de acuerdo con tu comentario, el de Miguel y tu respuesta al mismo.
Muchas gracias Consuelo, y bienvenida al blog, tu blog.
No olvidemos que los que dirigen salen de la sociedad. Es lo que hay. Sin duda la educación es clave, pero ¿quién educa a los que tienen que educar?
Por otra parte, se podría entender que una persona sin trabajo se pueda “corromper” para mantenerse con unas mínimas condiciones dignas en la sociedad, pero es más difícil comprender estos que tienen tanto y quieren más.
Aquí hay que hablar de una crisis de valores en esta sociedad y esto a mi modo de ver tiene mucho que ver con unos principios , a mi juicio muy erróneos que son los siguientes: 1. vivimos en un mundo de imagen y fachada, incluso con especialistas dedicandose a eso en lugar de dar más importancia a la realidad. 2. La inmensa mayoría de personas y más los políticos buscan «el que parezca que es en vez de lo que es”, incluso tienen personas bien pagadas para ello. 3. Se sigue mucho el tanto tienes tanto vales.
Al margen está la avaricia y necesidades que se crean a lo loco.
Evitaría muchos problemas el conocer la fórmula de la satisfacción que sería: en el numerador los logros conseguidos y en el denominador lo que se quiere tener. Que traducido al lenguaje popular sería: No es más feliz el que mas tiene sino el que menos necesita.
Y podemos decir que si un animal tiene comida y bebida y un sitio de cobijo puede ser feliz.
En cuanto a lo de las manifestaciones. Es cierto que se han conseguido cosas, pero creo muy poco en las masas. La masa por definición no piensa y se la manipula y ademas hay individuos fácilmente violentos. A mi me dan miedo las decisiones tomadas en las manifestaciones. Creo más en la revolución silenciosa de los cerebros.
Respaldo tus palabras con un añadido, si me lo permites. Que esos cerebros que abanderen la revolución silenciosa, no se duerman en los laureles o, las masas, hartas, y sí, posiblemente manipuladas, acabarán abriendo los ojos. El resultado… incierto.
Gracias por tu comentario amigo Miguel.
Una gran pregunta la de quién educa a quien tiene que educar…Los mismos que educan a los que roban y a los que matan supongo…Y sin embargo no somos todos iguales. Hay tantos factores que influyen en nuestra educación. Pero si algo está claro es que vivimos en un país que teme a la educación pues no interesa educar gente crítica si no gente preparada para ésto, para ser manipulado…
Una sociedad que ha dejado de respetar a los educadores y que no apuesta por la máxima formación de éstos. Finlandia, Corea…éstos países están a la cabeza porque invierten en formación, creen de veras que la educación es el TODO y los resultados se ven…
Como bien dice Cristian, debemos seguir concienciando, dejar de tener ese miedo a lo desconocido, osar a salirnos del camino marcado, humanizar todo aquello susceptible de ser humanizado. El cambio es costoso e incluso doloroso. Temores, dudas hacen que prefiramos permanecer en nuestra zona de confort pero, por qué no enseñar a salir de ella? Hay tanto por aprender y descubrir…
Creo que es cuestión de ir concienciando.
Gracias Tere. El simple hecho de que nos pongamos de acuerdo en la ideas ya es un avance.
Marta, haría falta más personas como tú, atrevidas y dispuestas a dar pasos en la dirección adecuada. Al menos las palabras se quedan, para meditarlas y ofrecer a cambio un razonamiento que nos lleve a hacer lo correcto. En las urnas si es que existen opciones o, cambiando un sistema caduco y blindado por los poderosos, ansiosos de poder y riqueza. Busquemos la alternativa que tanto miedo da a nuestros mayores. Si nos equivocamos, que nos dejen darnos el batacazo. Pero la corrupción, el futuro incierto de nuestras pensiones y de los jóvenes en el ámbito laboral no deja opciones. ¿Podemos ir a peor?
El camino en tortuoso, pero las voluntades todo lo pueden. Sigamos concienciando…
Cristian, que razón tienes. Estoy de acuerdo con todo lo que escribes. Me pone de muy mal humor todo lo que está pasando.
No puedo estar más de acuerdo con tus palabras.Efectivamente todo está causado por una carencia educacional…Somos un país que vive en la cultura como bien has dicho, del escaqueo y de la picaresca. Picaresca que nos hace quedar como sinvergüenzas ante esos paises europeos que seguro desean que dejemos de conpartir comunidad con ellos.
Una sociedad que está corrompida desde que se despierta, en actos tan simples como ir al super e intentar pesar la fruta de manera que tengamos que pagar menos o abrir a nuesteos hijos loa gusanitos en los pasillos del super para evitar que nos dejen en evidencia y nos monten el numerito (dejenme decir que esto también es carencia de educación) y no ser capaces de llegar a la caja y pagar los gusanitos,0,30€…Estas cosas tan simples nis dejan ver que no lo hacemos por necesidad o porque esta crisis que nos ahoga sino porque forma parte de nuestra cultura,lamentablemente hemos crecido con ello.
Nos quejamos de todo pero estamos deseando que no nos hagan factura para ahorrarnos el iva y miles de cosas más que ahora no tengo ganas de empezar a enumerar.
Esto sin embargo no justifica que los políticos a los que hemos votado y por lo tanto nis representan, estén llevándose todo el dinero que pueden para asegurarse un buen futuro mientras los curritos de a pie seguimos luchando por nuestra dignidad.
Pero también forma parte de nuestra cultura charlar sobre estas cosas en el bar, coj los amiguetes,»arreglar» el país rodeados de espuma de cerveza nos hace felices, soltamos lo que pensamos y ya con eso hemos puesto nuesteo granito de arena..
Una sociedad que teme al cambio, el miedo a lo desconocido, el miedo a los nuevos métodos educativos, el miedo al cambio político, el siempre eterno «más vale malo conocido…»eso nos hace aún más daño….
No se si presenciaré el cambio cultural de nuestro futuro, de nuestros niños pero espero que nos paremos a pensar que el cambio está en nuestras manos y que en las urnas es donde podremos demostrar que ya es suficiente, que ya no podemos tragar más.
Mientras tanto, yo seguiré poniendo mi granito de arena…posiblemente lo consigamos.