Absolutamente todo gira en torno al tiempo. Un hecho tan común para todos, como insólito si es analizado. Discreto, pero implacable, decide los acontecimientos de todo el universo por toda la eternidad. Nadie puede evitar sucumbir a él. Es responsable de lo bueno y lo malo; de la muerte y la vida, del día y la noche. Lo es absolutamente todo. Trabajamos por tiempo. Disfrutamos de él y nos pasa factura al final de nuestra existencia. Le brindamos pleitesía de obligado cumplimiento. Antagonista de la libertad, nacemos atrapados en él. Poderoso es el tiempo. Entiendo pues al hombre en su guerra particular por comprenderlo, dominarlo; ser dios. Todo el poder es recibido en su seno. Ni siquiera el espacio con toda su complejidad e inmensidad sería siquiera relevante sin el soporte, la base, lo único que domina y responde por todas las dudas de ayer hoy y siempre: El tiempo.
Se me ocurre que, lo más inalcanzable coincide con lo intangible; imposible de atrapar o destruir, como su antagónico natural. Tan poderoso e indestructible, el amor, intemporal, no claudica.
LLEGANDO A UNA CONCLUSION
Un Empresario estaba en el muelle de un pueblo costero cuando llegó un bote pequeño con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos. El pescador respondió que solo un poco de tiempo.
El Empresario luego le preguntó por que no permanecía más tiempo y sacaba más pescado.
El pescador le dijo que tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. El Empresario luego preguntó, pero ¿qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo, » duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siestas con mi esposa María, me voy todas las noches al pueblo donde tomo ron y toco guitarra con mis amigos”. Tengo una vida completa y ocupada.
El Empresario replicó: Yo soy un MBA de Harbad y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador de pescado, eventualmente abrir tu propio procesador de pescado.
Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este «pobre» pueblo e irte a la ciudad, luego a la capital y eventualmente al exterior, donde manejarías tu empresa en gran expansión.
El pescador preguntó, pero cuánto tiempo tarda todo eso?
A lo cual respondió el empresario «entre 15 y 20 años»
¿Y luego qué?
El empresario se ríe y dijo » que esa era la mejor parte».
Cuando llegue la hora deberías anunciar un I. P.O. ( Oferta Inicial de Acciones ) y vender las acciones en oferta al público.
Te volverás rico, tendrás millones».
» Millones….¿y luego que?
Dijo el Empresario: » Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblo en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pasear un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde tomas ron y tocas guitarra con tus amigos»
El pescador respondió, ¿acaso eso no es lo que tengo ya?
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Llegando a esta simple pero clara y sensata deducción, habría que preguntarse: El ser humano, ¿nunca piensa en las consecuencias de sus actos?, ¿en los resultados finales?, ¿estamos tan cegados, por la ambición y el poder, que destrozamos nuestras propia vida, por conseguir amasar mas y mas fortuna? ¿Para que?, Creo que, todo se reduce a dos cuestiones, ambición descontrolada y complejos, La ambición es como una droga, cuanto mas ganas y consigues, mas quieres, mas deseas, hasta que este sinfín de poder, te lleva generalmente al caos. Unos acaban en la cárcel , bien por fraude, , engaños, incluso asesinato, al no poder asimilar que tu contrincante, te venciera , te quitara protagonismo, o te robara tu idea;, otros se suicidan por dejarse toda la fortuna ganada en una caída espectacular de la bolsa, y otros, por que e su corazón no ha aguantado mas emociones, la cuestión es que te has pasado la vida llenando tus cuentas bancarias y posesiones, para al final no poder disfrutar de nada; pero eso sí, les has pasado tu legado a tus hijos, pero también tu estupidez y ambición, menuda herencia , pasarte toda la vida pendiente de tu fortuna, tus acciones, pero no has vivido nada, no has disfrutado de lo esencial de la vida, el amor, la familia. Y como mucho puedes conseguir lo que tenias al principio, como el pescador, con la diferencia que tu has vendido tu alma al Diablo y sin embargo el pescador vive y muere feliz, muere en paz, por que ha vivido una vida pacifica, sin pretender mas de lo que necesita, sin acumular posesiones, con su alma limpia, sin venganzas ni odios y sintiéndose uno de tantos ni mas ni menos.
Lego existen los otros los que sienten la necesidad de triunfar, de vencer y estos no son muy distintos a los otros y el final suele ser el mismo, pero estos al menos han podido vencer sus complejo de inferioridad, al contrario del que se cree mejor, o mas listo que los demás, que no soportan la mediocridad y tienen que estar siempre por encima de cualquiera, pero siempre escalando puestos para llegar al poder absoluto, hasta que su ego, este sentado en el trono del éxito, pero él, al final, se suelen dar cuenta que, son, o han sido, esclavos de su propio ego, de su soberbia, pero se han quedado sin el pasaporte y sin billete en primera para el viaje final y además se van mas vacíos que vinieron y con las manos sucias, ¿Dónde se las podrá lavar?
JJ