_Al final, el dinero es lo de menos. Añoras querer y que te quieran_. Eso es lo que desde la experiencia que abona la vejez te dicen aquellos que solos, se enfrentan a un destino bastante predecible cuando la parca llama a la puerta.
Descubren que todo lo atesorado no cabe en el ataud, e inevitablemente dejará de pertenecerte en cuanto tú dejes de existir para el resto del mundo que sigue su curso inexorablemente.
Y se arrepienten solo de lo que no hicieron cuando pudieron; de lo que no han dicho y se queda en un hondo tintero. De oportunidades desaprovechadas, experiencias no vividas; amores desterrados y amigos perdidos.
Del tiempo extinto entre quejidos evitables y cabreos ridículos e inconfesables. De manos tendidas e ignoradas que luego serán anheladas
De ello aprendo e intento interiorizar en mi ya arraigada filosofía de vida.
Sentir de cerca; tocar…
Querer sin filtros; amar…
Experimentar.
Buena reflexión. Deberíamos de vivir el día a día tratando de ser y no sólo parecer buenas personas. Ponlo en práctica. ¡Enhorabuena!
Completamente de acuerdo. En ello estoy. Gracias por tu comentario. Un abrazote.
Eso, no lo dejes escapar. La vida no tiene pasaje de vuelta.
Un besazo y enhorabuena señorito escritor!!
Lo intento amiga.