Corren tiempos difíciles para embarcarse en la gran aventura de escribir un libro. A pesar de ello, intento abrirme camino en un mundo saturado de autores con gran talento. Por tanto, agradezco de corazón y aún me emociono, cuando soy consciente del apoyo que he recibido de familiares, amigos y admiradores de la literatura que no dudaron en comprar mi primera obra, brindándome así la oportunidad de seguir adelante.

Pronto habrán pasado dos años de mi primera publicación, “Chivín, la mosca montañera”. Un sueño hecho realidad. Idea que surgió tras realizar uno de los viajes más enriquecedores que he tenido el placer de disfrutar. En la impresionante cordillera del Himalaya, resultas tan insignificante, que cambias por completo tu visión del mundo y el papel que en él desempeñas. Mi cuento fue un pequeño homenaje a un pueblo honesto, humilde y humano, sobre todo humano.

Ahora, casi tres años después, “El Rincón de Pierre”, mi primera novela, se encuentra en proceso de maquetación en la editorial. He querido escribir una historia actual y emocionante; una obra que te enganchará desde el principio en un relato armonioso para todo tipo de lectores. Una historia de amistad e intriga, con un final incierto que os mantendrá expectantes hasta el final.

Ahora que ya queda poco para ver mi novela en la calle, es el momento de acordarse de todos los que seguís ahí. Los que perdéis vuestro tiempo por ayudarme con la crítica, la estructura, la organización; a la editorial Dharana por confiar en mí y darme de nuevo la oportunidad de difundir mi obra. Nada me hace más feliz.

Gracias, gracias, gracias.

Mañana congelada. Frio en un ambiente de amaneceres escarchados. Sin cielo, sin luz del sol todo parece distinto; más rutinario y veloz. Días de sofá y café con leche. Días de apretones y anhelos de calor humano. Mentes que divagan por un año que comienza recio para caras curtidas, con cicatrices cerradas y espaldas anchas.

Sin embargo…

Anhelos de esperanza de la mano de la niebla van. Se ocultan detrás de las sombras de la noche. Un frío gélido me envuelve en una bruma difusa y resplandeciente a la vez. Cara y cruz, eso es la vida.

Sin embargo…

Os deseo a todos un año más justo. En un mes de enero largo, muy largo; mil años de mes de enero para muchos, siempre navidad para unos pocos. Ilusión, esperanza  y desasosiego de la mano van en tiempos de incertidumbre.

Sin embargo…

Es dulce el placer de tu presencia, tan dulce, como amargo tu marchar, sin que yo nada pueda hacer, sólo mirar. Dudar de lo mío, de lo propio, de lo que enclaustrado se niega a salir de mi. Debería tenerte, no permitir que te alejes. Obligarte a mirar dentro de ti. Busca corazón. Entre barrotes de barro me hayo prisionero, no salgo si no estás.

Sin embargo…

Amor incondicional por lo que eres y siempre soñé. A tu lado lo puedo, lo tengo; soy yo en mi  mejor versión.

POR ALUSIONES   

Era pequeña y ya apuntaba maneras. Comprometida y obstinada se ofrecía a colaborar en cada causa que la parecía justa. Fruncía el ceño, de hecho aún lo hace cuando lo que escucha no baila al compás de su ritual, siempre  armonioso. Durante años mantuvimos cientos de conversaciones trascendentales, casi filosóficas; tanto es así, que de una u otra manera se han convertido en el emblema o “santo y seña“ de Laury, nuestra Laury.

Hoy ya es Laura. Una masajista terapéutica, formada y experimentada. Una mujer que disfruta tanto ayudando a los demás que lo ha convertido en su trabajo. Sus manos, provistas de un don especial, liberan de tensiones, dolores y otros males, a veces no tan físicos como emocionales, de todos los que motivados por las recomendaciones de los que lo experimentan, deciden visitarla y ponerse en sus manos.

Pero lo que realmente la diferencia del resto de personas que conozco es que dio el paso. Arriesgó una vida de ensueño, conseguida con mucho esfuerzo y sacrificio por lo que sentía, por lo que siempre le dictó el corazón. Ahora es símbolo, junto con su pareja, de todo un sueño hecho realidad, “creando utopías”. Un proyecto que me llena de orgullo, un propósito admirable. Trabajando de nuevo por un mundo mejor y al alcance de cualquiera que sea capaz de ver más allá de un sistema obsoleto, caduco y materialista.

El universo se conjura a su alrededor, pues sólo cosas buenas pueden pasarla. Hoy puedo decir a voz en grito que siento admiración por su tenacidad, generosidad y capacidad de trabajo.

Para terminar añadiré que su sentido del humor va  acorde con el resto de sus virtudes. Es imposible que compartamos un café sin acabar a carcajadas. En fin hermana, gracias por estar siempre a mi lado y suerte, mucha, mucha suerte.

Gris. Un día imperfecto, no hace frío. El calor es tenue, fugaz ante la mínima brisa de aire que eriza los cabellos. Llueve a intervalos, como las ideas que vienen y se van de nuestra mente. Reviso mis correos, los últimos comentarios de la web y planifico mi jornada, aunque a corto plazo. Me he dado cuenta de que nada sale nunca como uno quiere. Saldré un rato a estirar las piernas.

Esta noche patearé las calles de un pueblo de Madrid, de esos que todos conocemos pero pocos han visitado. Carencias afectivas, soledad, leves enfermedades, agresiones, intentos autolíticos, angustia, depresión, problemas cardíacos y respiratorios son el pan nuestro de cada día. Cada jornada, personas diferentes, pero con los mismos problemas.

Seguir leyendo A CORTO PLAZO →